El personaje que yo he elegido ha sido el de la secretaria. Tengo 30 años, y tan sólo hace cinco que estoy trabajando en este centro. Nací en Huelva, pero llevo casi toda la vida viviendo en Sevilla. Mi vocación era ser maestra, pero nunca me gustó demasiado estudiar, por lo que hice secretariado y siempre he estado trabajando en colegios.
Soy una persona alegre, que lucha por aquello que quiere y no le importa qué hacer por conseguirlo. Soy bastante ambiciosa, aunque reconozco que un poco de ayuda no viene mal en según que casos. De todo ello me di cuenta cuando comencé a trabajar. Me frustra haber conseguido la ambición y el espíritu de lucha demasiado tarde.
De mi trabajo me gusta todo. Adoro al director del centro con el que tengo una magnifica amistad, al igual que los profesores. Me hacen sentir una de ellos, aunque a veces me hace pensar porqué no pude conseguir ser maestra.
Aun así todos los niños del centro me conocen y tengo una excelente relación con ellos. Me encanta trabajar en este centro. Ademas, mis tareas no son nada pesadas a mi modo de ver, y rara vez me canso.
Creo que es la mejor profesion que pude elegir.